En el 2014, una pareja de odontólogos dejan atrás su querida Venezuela para instalarse en Alemania durante más de dos años. Después de esta aventura germana, encuentran su hogar en Barcelona, y traen con ellos una maleta llena de recuerdos y algo más: un fuerte antojo de cinnamon rolls.
No hubo forma de encontrar en Barcelona un local donde pudieran comprar este dulce, pero esto no frenó a José y a Gabriella: se armaron de ingredientes, buscaron una receta, y empezaron a experimentar. Resultado: increíbles. Tanto, que repitieron al día siguiente. Y al otro. Y al otro.
Esta nueva afición encontró una gran aceptación de sus amigos y familiares: todos estaban de acuerdo en que eran excelentes. “Me recuerdan a los de Cinnabon” era la frase más escuchada.
La afición se volvió profesión cuando empezaron a mejorar la receta, y los pusieron a la venta desde casa. Tras más de seis meses de horneados casi diarios, dieron con la receta perfecta.
La pareja trabajaba en la clínica dental entre semana y horneaban los rolls los fines de semana. De domingo a domingo sin parar. Gabriella cocinando, y José repartiendo. Hasta que llegó el momento de poner toda la masa en el horno.
Los pedidos se acumulaban, y entre semana no daban abasto. “¿Y si nos dedicamos 100% a esto?” Esta pregunta rondaba sus cabezas desde hacía semanas. Hasta que se reunieron de valor, y apostaron TODO a los cinnamon rolls. Acababa de nacer ZIMT.
Así que en 2019 y con un tercer miembro del equipo, Jonathan, levantan la persiana en el número 4 del Carrer Ros de Olano del vibrante barrio de Gràcia de Barcelona. Desde entonces son incontables los Cinnamon Rolls que se han horneado para sacar una sonrisa a todo aquél que entra a ZIMT, y siguen su filosofía de mejora e innovación sacando un sabor nuevo cada mes con ingredientes de primera. Y lo mejor de todo es que sus ganas de seguir horneando felicidad son infinitas.
¡Bienvenidos a la Casa de los Cinnamon Rolls!